Cuentan que en tiempos precolombinos vivían dos hermosos jóvenes siboneyes llamados Maya y Beque, que se conocían desde pequeños y se visitaban el uno al otro en sus respectivos cacicazgos, entre los cuales corrían dos ríos distintos. Amaban la naturaleza, y solían bañarse en el agua de estos afluentes con frecuencia, pues consideraban que tenían propiedades curativas.
A medida que fueron creciendo surgió entre ellos un amor que se volvía más y más fuerte, por lo que decidieron enlazar los cauces de sus ríos en señal de amor fructífero y eterno, para que este sentimiento creciera fuerte como el verdor del campo a su alrededor. Pero aunque soñaban contraer nupcias y tener descendencia, sus padres se opusieron, negándoles el derecho al considerarlos muy jóvenes, cumpliéndose así lo vaticinado por las Diosas Aborígenes que Maya había consultado.
Según los historiadores fue por estas costas donde se fundó por primera vez la villa de San Cristóbal de La Habana en 1515 antes de ser trasladada a la costa norte. Debido a esta posibilidad, en el escudo de armas de Melena del Sur aparece la frase latina «HIC PRIMO HABANA CONDITA EST», o sea: Aquí primero fue fundada La Habana.
En esta playa desembocan varios afluentes del Río Mayabeque, el principal de estos desemboca en la entrada de la playa, a lo largo de la zona que ocupa la playa hay otros que en ocasiones son llamadas localmente como zanjas o zanjitas. Las aguas de este río suelen ser frías durante todo el día.
Playa Rosario del Mayabeque, conocida popularmente como Playa Mayabeque, es una playa ubicada a 13 kilómetros del centro de Melena del Sur, entre la Playita de Batabanó y Playa el Rosario, al sur de la Provincia de Mayabeque, en Cuba. Sus aguas son de tipo fangosas y sus pobladores le atribuyen alguna que otra propiedad de tipo terapéutica. Además de la playa, se encuentra en ella la desembocadura del Río Mayabeque que la convierte en un atractivo turístico para sus visitantes.
La suciedad en la playa de Mayabeque, como basura, plásticos, latas y otros desechos, puede tener graves consecuencias para los manglares, que son ecosistemas costeros delicados y vitales.
El "patabán", también conocido como "patabán de la playa" o "distichlis spicata", es una planta de la familia de las poáceas que suele crecer en las zonas costeras y dunas de arena.
1. Erosión costera: El patabán desempeña un papel crucial en la prevención de la erosión costera. Al enraizar profundamente en la arena, ayuda a estabilizar las dunas costeras y prevenir la pérdida de suelo debido a la acción del viento y las olas.
2. Hábitat: Esta planta proporciona un hábitat vital para diversas especies animales, incluidas aves, insectos y pequeños mamíferos que viven en las zonas costeras y dependen de ella para refugio y alimentación.
3. Conservación de la biodiversidad: Al ser una especie nativa que se adapta bien a las condiciones de las playas y dunas, el patabán contribuye a la biodiversidad del ecosistema costero al proporcionar
La contaminación del petróleo por parte de los barcos pesqueros en la costa de la playa Mayabeque hacia los manglares es un problema ambiental grave que puede tener consecuencias devastadoras para el ecosistema marino y costero.
Cuando los barcos derraman petróleo en el agua, ya sea de manera accidental o intencional, el crudo se esparce rápidamente formando una capa que puede cubrir la superficie del mar. Esta capa de petróleo puede causar daños graves a la vida marina, incluidos peces, aves marinas, mamíferos marinos y organismos que viven en el fondo marino, como los manglares.
La vegetación en su mayoría está integrada por Mangle rojo o colorado y casuarinas, estas últimas debido a incendios forestales sufrieron cierta pérdida hace algún tiempo, hoy se muestra una recuperación tras la vista de nuevos ejemplares poblando las zonas de la costa. Se observan además otras manifestaciones de la flora como árboles de coco y almendra entre otras.
Estas sustancias en el ser humano pueden afectar el crecimiento y desarrollo, la función reproductiva, el metabolismo y la respuesta immune. Además, la ingestión de alimentos contaminados con pesticidas puede causar náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Otras consecuencias son las alteraciones hormonales afectando la fertilidad y el desarrollo sexual
Según entrevistas realizadas a pobladores de la Playa Mayabeque "Los pesticidas utilizados en campos agrícolas pueden ser arrastrados por las lluvias, el viento y ,en ocasiones, son vertidos directamente a los ríos o al mar ocasionado la disminución de la biodiversidad marina y forestal."
El embarcadero de Melena del Sur está ubicado a tres kilómetros de la costa. Antiguamente, no existía una carretera que conectara directamente a Mayabeque con Melena del Sur. En cambio, las personas tenían que tomar un bote que recorría todo el río Mayabeque hasta la desembocadura donde se encuentra la playa.
La zona del embarcadero está rodeada por un bosque famoso por las historias que sugieren la existencia de un tesoro enterrado. Además, se dice que Mayabeque fue el lugar donde inicialmente se fundó La Habana por los españoles antes de trasladarse hacia la costa norte debido a la mayor factibilidad para la entrada de los buques.
, En la región de la Riviera Maya existen varios viveros que producen plantas y árboles nativos para la reforestación y la conservación del medio ambiente.
En resumen, el embarcadero de Melena del Sur es un lugar histórico que solía ser crucial para llegar a Mayabeque antes de la construcción de la carretera. Además, la zona cuenta con viveros que contribuyen a la conservación y restauración del entorno natural.
Los manglares, son guardianes de la costa, bastiones de biodiversidad y pulmones del planeta. Sus raíces, entrelazadas como una red protectora, se aferran al suelo, frenando la fuerza del oleaje y protegiendo el litoral de la erosión causada por tormentas e inundaciones. Sus hojas, bañadas por el sol, capturan el dióxido de carbono de la atmósfera, transformándolo en vida y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
Adentrarse en un manglar es sumergirse en un mundo rebosante de vida. Aves migratorias, peces multicolores, crustáceos diestros y reptiles sigilosos encuentran refugio, alimento y un lugar para perpetuar su especie en este ecosistema único. El agua, al fluir entre sus raíces, se purifica, liberándose de sedimentos y contaminantes gracias a la maraña de vida que habita bajo la superficie. Los manglares, cual alquimistas naturales, transforman lo impuro en fuente de vida, manteniendo el equilibrio ecológico de las costas. Conservarlos es crucial para la salud del planeta y el bienestar de las comunidades que dependen de ellos.